jueves, 4 de marzo de 2010

Déjenlo así nomás

Una de las cosas que decidí acerca de este blog fue no hablar entrar en temas políticos; sin embargo, creo que eso es imposible pues hay tanta "'¡3#¿@ que da ganas de hablar. Bueno, lo que me llevó a todo esto fue algo indignante. Todos hablan de lo ocurrido con Chile y Haití (terremotos), todos se solidarizan con ellos, todos alientan a esos países para que salgan adelante. Sin embargo; nadie se acuerda de lo que ocurrió en Pisco hace unos años. Esta bien que nos solidaricemos con todos, pero no es posible que el grandioso y enorme Alan tenga la c... querer, primero, mandar dinero a Haití y luego a Chile, mientras que en su propio país hay una ciudad destruida desde hace tres años y no hace nada al respecto. Apuesto a que los demás países en 3 años estarás reconstruidos en su gran mayoría, mientras que acá sigue igual.

Todo eso lo hace porque quiere figurar entre los grandes, ese es Alan, siempre con aires de grandeza, camuflándose con los grandes estados. Es gracioso porque es como que un niño débil y pobre quiera ayudar a otro más fuerte y con más dinero. De repente esto lo hace para que tomen en cuenta a Perú en sus tratados o simplemente para que lo tomen en cuenta a él. No sé en realidad, pero que primero lo haga para su propia patria y no para otros.

1 comentario:

Bienvenidosa nuestro Blog dijo...

La “vocación” de ser presidente se descalifica, a mi parecer, cuando ésta se convierte en la única opción de trabajo conocido para el personaje en cuestión. A todo esto, ¿alguien conoce de qué otra cosa ha chambeado el chalado mandatario?

El hecho que criarse en un partido político lo convierte en un versado de primera. Me corrijo: en un charlatán. Y esos de los que ya no se encuentran; con formación profesional.

Por eso no me sorprende lo cazurro de este obeso-mecha corta, que obviamente no reconstruye una región porque no puede siquiera reconstruir su figura física. Qué podemos pedirle entonces, es su naturaleza; así como la nuestra es la de pecar de “buena gente” por meternos donde no nos llaman. Ejemplo: La Guerra del Pacífico que comenzó por lío ajeno, y que al final terminamos peor que “el busca bronca” (Bolivia).